LA MUERTE DE MIGUEL RINCÓN.-

PERU:
LA MUERTE DE MIGUEL RINCÓN.-

Por: Dante Castro

Ha muerto Miguel Rincón, ex-líder del MRTA, el mismo día en que preparábamos una respuesta a las declaraciones del ministro de Educación acerca de las víctimas del terrorismo de estado , llamándolos "ratas".

Sí, mi querido lector-lectora, los manifestantes asesinados por la policía o el ejército, según Morgan Quero, no son seres humanos sino "ratas".

Nadie juzgará al ministro de Educación por apología del delito, gente como él tiene licencia para magnificar actos de violación a derechos humanos impunemente.

Pero quien diga algo bueno de Miguel Rincón Rincón será procesado automáticamente por delito de apología al terrorismo.

No es un ser humano, dejó de serlo en la fecha que se levantó en armas contra un estado al que él consideró corrupto, desigualitario y genocida.

Dirán que se rebeló contra una "democracia", pero según recuerdo, en los años 1980, el 90% del país estaba gobernado por comandos político-militares, regiones militares en estado de emergencia donde no regían las garantías constitucionales.

Y no se justifica su accionar porque debió participar en elecciones dentro de la única realidad democrática que le quedaba al Perú: Lima.

La justeza, dolo o error de Miguel Rincón Rincón será analizada por historiadores, científicos sociales y politólogos, bajo el clima de totalitarismo inquisitorial que ha instaurado la novísima legislación antiterrorista.

Aquel que incurra en equivocación corre serio riesgo de ser enjuiciado por delito de opinión.

Lo mismo pasará con su cadáver, aquel que reclaman sus familiares y esperan que se lo entreguen para sepultarlo.

Cuando un cadáver se convierte en botín de guerra, es objeto de escarnio, de desquite y venganza más allá de la vida y de la muerte.

Lo secuestran para que no sea objeto de veneración por quienes compartieron sus ideales e incluso por quienes lo conocieron como militante del PCP-Unidad y luego del PCP-Mayoría, antes que se sumara al MRTA.

El escarnio, la befa u ofensa a restos inermes deberá alcanzar a sus familiares, porque hasta las muestras de afecto pueden ser "subversivas".

No bastaron 29 años de cárcel, mejor dicho, de sepultura en vida.

Las condiciones carcelarias a las cuales fue sometido las considero medidas de liquidación física absolutamente infrahumanas.

El Derecho Penal y también el Derecho Penitenciario nos enseñan que la función de la pena es redimir al reo y reinsertarlo en la sociedad.

¿En qué capítulo del código dice que la pena debe servir para la liquidación física paulatina del reo?

¿En qué norma constitucional se autoriza que los civiles deben estar presos en cárceles militares? Casi 3 décadas de aislamiento perpetuo, sin atención médica ni derechos penitenciarios; por ejemplo: derecho al trabajo para la reducción de la pena, derecho irrestricto a recibir visitas, vida matrimonial, libre elección de lecturas y comunicación; todo eso le fue conculcado sin tener una base legal compatible con un estado de derecho.

Convénzanse: este no es un estado de derecho, esta no es una democracia.

Miguel Rincón murió por un cáncer que nunca tuvo oportunidad de tratarse en aquella cárcel que con justeza la han llamado "tumba para seres vivos".

¿Existe el indulto humanitario en casos de enfermedades terminales?

Sí existe, pero de acuerdo a la decisión de la Comisión de Indultos, la misma que, como todo el estado post-fujimorista, ha confundido justicia con venganza.

La cárcel dorada del exdictador Alberto Fujimori y también del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, le permitieron a este último monitorear por seis teléfonos celulares la campaña presidencial de Keiko Fujimori, desde su prisión "de máxima seguridad" de la Base Naval del Callao.

Sí, desde la misma prisión donde estaba Miguel Rincón prohibido de visitas y comunicaciones para que aullara de soledad hasta que lo alcance la muerte.

Los familiares del dictador que comandó escuadrones de aniquilamiento de estudiantes, campesinos, sindicalistas, tuvieron el derecho a sepultarlo incluso con manifestaciones de simpatizantes.

¿Fueron enjuiciados quienes alababan al dictador por sus "aciertos"? Ninguno.

Usted puede simpatizar con el terrorismo de estado a voz en cuello, pero jamás mostrar la más mínima consideración humanitaria por quienes incurrieron en terrorismo subversivo.

Como en casos anteriores, mi pluma y mi conciencia se resisten al silencio ominoso que nos impone el totalitarismo y su policía política.

Se resiste mi memoria frente a un Miguel Rincón con quien tuve fuertes confrontaciones cuando dentro de la izquierda peruana peleábamos pekineses contra moscovitas en plena guerra fría.

Ambos fuimos contendores "implacables en el combate" y nunca "generosos en la victoria", trastocando el lema de Carlos Fonseca.

Décadas después, conocí a su hijo Miguelito, quien regresaba de estudiar su carrera en Cuba y muy decidido me acompañó para atender a un familiar enfermo y «cubanamente» no se movió de mi lado hasta que estuvo solucionada la emergencia médica.

Pienso en el joven Miguelito y su derecho a brindar digna sepultura a quien fue su padre, porque ningún ser humano debe ser despojado de sus derechos fundamentales, ningún hombre o mujer deben ser despojados del afecto, del amor, de la familia.

Y a las finales, no me callo, carajo, porque los poetas y escritores, como decía Lord Byron, somos los legisladores anónimos de la humanidad. De esta encallecida y absurda humanidad que sobremuere en el caos individualista a que nos ha acostumbrado el capitalismo salvaje.

Y jamás me pareció tan acertada la frase de César Vallejo: "Nadie es delincuente nunca o todos somos delincuentes siempre".

Descanse en paz, Miguel. (DC)

Notas

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