La región del Catatumbo, en el noreste de Colombia, enfrenta una grave crisis humanitaria, que hasta la fecha deja un saldo alarmante de más de 47 mil desplazados. Ante ello el gobierno de Colombia intensifica sus operativos para responder a esta grave situación.
El Ministerio de Defensa informó este domingo que en los últimos días se han registrado 47.084 personas desplazadas y 41 homicidios. Además afirmó que este aumento en las cifras se produce tras dos días de disminución en los reportes, lo que evidencia la persistencia de la violencia y la inseguridad en esta zona del país.
Ante esta crisis humanitaria, Colombia intensifica sus operativos en dos fases. La primera en ejecución y para la segunda etapa, están ingresando tropas y unidades especiales para estabilizar el control del territorio.
Lamentablemente en la región colombiana del Catatumbo, continúan los enfrentamientos armados entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33, una disidencia de las extintas FARC.
Por su parte y a través de redes sociales la Presidencia de la República, informó que más de 150 hombres y mujeres de la Policía de Norte de Santander realizan extracciones helicoportadas de civiles, entre otras acciones centradas en proteger a la población vulnerable desplazada en el departamento.
Balance actualizado de la crisis humanitaria en el Catatumbo
El general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército Nacional de Colombia, informó que, la fuerza pública se ha concentrado en la extracción de las personas más amenazadas, «especialmente firmantes de paz». Así como sus familias, defensores de derechos humanos, entre otros.
«Los hemos acogido en nuestras bases militares desplegadas en la región del Catatumbo, igual en las estaciones de Policía».
Asimismo, Cardozo señaló que el objetivo de la segunda fase es ocupar zonas críticas del terreno, desde donde puedan prestar seguridad a los corregimientos y dar tranquilidad a la «población atemorizada y confinada que no se atreve a moverse de allí».
Por su parte el presidente Petro ofreció nuevos detalles de la ofensiva militar contra los grupos insurgentes que amenazan la seguridad de la comunidad local. Citando al Ejército, la oficina informó de la desmovilización de más de un centenar de miembros de las disidencias de las FARC. De los cuales 20 eran menores de edad.
«Del Frente 33 se han desmovilizado 104 personas con sus fusiles. No son derrotados. Son jóvenes que saben que la guerra no puede ser eterna en Colombia. Que en Colombia lo que vale la pena es pelear por la vida».
Al mismo tiempo, tropas de la Segunda División incautaron en la zona rural de Tibú elementos de intendencia y comunicaciones, así como decenas de armas de diverso tipo: 55 armas largas, 2 ametralladoras, 1 fusil de francotirador, 25 pistolas, 80 granadas de mortero, una tonelada de explosivos y 300 minas antipersonales.
Estas acciones buscan mitigar el impacto de la violencia en la población civil, aunque las cifras de desplazamiento siguen en aumento.