El Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco encontró fosas comunes, crematorios y cientos de prendas de vestir de víctimas del crimen organizado en el Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán. Esto es lo que se sabe del caso que conmociona a México.
México no sale de su estupor. Con el paso de los días, el horror crece mientras se conocen nuevos detalles de lo encontrado en el remoto Rancho Izaguirre. El miércoles 5 de marzo, el Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco informó del hallazgo de tres supuestos crematorios clandestinos en el lugar ubicado en el municipio de Teuchitlán. El sitio era presuntamente usado por el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) como un centro de entrenamiento y exterminio.
Gracias a llamadas anónimas, el colectivo, cuyos integrantes buscan a familiares desaparecidos, llegó al Rancho Izaguirre. Sólo tuvieron que empujar la puerta, que estaba abierta, para entrar. Usando picos, palas y barras de metal empezaron a escarbar para encontrar lo que las autoridades no fueron capaces de hallar en un cateo previo.
Seis meses antes, en setiembre del año pasado, la Fiscalía de Jalisco realizó un operativo en el mismo rancho. Aquella vez se informó que el lugar era un centro de adiestramiento del crimen organizado. Se detuvo a 10 personas armadas, se liberó a dos secuestrados y se encontró un cadáver.
El reporte oficial refirió que, tras la inspección del lugar, se incautaron cuatro fusiles de asalto, dos armas cortas, 21 cargadores, una granada de mano, 10 placas balísticas, cinco chalecos tácticos y cuatro vehículos. Nada más.Sin embargo, lo que halló el colectivo la semana pasada conmocionó a México: tres supuestos crematorios clandestinos (aunque el jueves la Fiscalía descartó que lo sean), restos de huesos humanos carbonizados y triturados, más de 200 pares de zapatos y zapatillas, unas 400 prendas de vestir de hombre y mujer y objetos personales.
“Desde que llegué estoy llorando, pero ¡ay Dios! es bien difícil, es bien difícil estar en un lugar donde se les quitaba la vida a las personas”, dijo una activista que forma parte del colectivo mientras narraba en vivo por Facebook desde el interior del rancho.
La carta de despedida
Se hallaron libretas con listas de sobrenombres, algunas fotografías, una identificación y una carta cuyo contenido cuasó estupor, pues era la despedida de un joven.“Mi amor, si algún día ya no regreso, solo te pido que recuerdes lo mucho que te amo. Y digas: ‘se me fue mi enojón, berrinchón y celoso’”, dice la carta.
Familias reconocen prendas
Las atroces imágenes de los hallazgos fueron divulgadas en Internet primero por el activista Ángel Abundis, quien creó un catálogo con 493 indicios (https://rancho-izaguirre.abundis.com.mx/).El martes, la Fiscalía también publicó las evidencias para su consulta en los sitios fiscalia.jalisco.gob.mx y fiscaliaenpersonasdesaparecidas.jalisco.gob.mx.En las fotos pueden verse mochilas, carteras, cartas, biblias, relojes, cadenas, faldas, vestidos, blusas, pantalones, camisas, polos, zapatillas, etc.Tras ello, muchas personas creen haber reconocido las pertenencias de sus desaparecidos, por lo que mantienen la esperanza de identificar si alguno de sus familiares estuvo reclutado en el rancho.Maribel, una de las integrantes del colectivo, dijo que hasta el jueves habían recibido alrededor de 500 mensajes de familiares que han identificado prendas de vestir.

Reclutados con engaños
La prensa local aseguró que el Rancho Izaguirre funcionaba como una escuela del terror, donde jóvenes secuestrados eran obligados a entrenarse como sicarios en condiciones inhumanas.Jóvenes que buscaban trabajo habrían llegado al rancho con engaños para luego ser obligados a convertirse en mano de obra barata para el grupo criminal CJNG, considerado el más poderoso de México.El diario Reforma informó de un joven contó que vio las publicaciones del Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco y reconoció el rancho, donde había estado secuestrado. Dijo que llegó allí por un anuncio de trabajo que vio en la central de autobuses de Tlaquepaque, en la zona metropolitana de Guadalajara.De acuerdo con el portal La Silla Rota, testigos afirmaron que los reclutas eran forzados a pelear entre sí, soportar castigos extremos y, en la prueba final, comer carne humana. Quien no pasaba las pruebas, era ejecutado e incinerado.La Silla Rota sostuvo que en el allanamiento de setiembre, la Fiscalía usó georradares y perros entrenados, pero aún así “no encontraron nada” de lo que se ha descubierto ahora.

¿Qué dijo la presidenta Claudia Sheinbaum?
La presidenta Claudia Sheinbaum ordenó a la Fiscalía General de la República (FGR) asumir el caso para determinar posibles responsabilidades por omisión y fallas en las investigaciones que llevaron al operativo del 2024.
“Quien se quedó en resguardo de este inmueble fue la fiscalía estatal. Habría que ver exactamente qué pasó en el resguardo, no porque haya algo mal. No presumimos previamente que hubiera habido algo mal”, manifestó.
“Tenemos que hacer una investigación de qué hay en el predio. Una vez que se tenga esa información, entonces sí sacar todas las carpetas de investigación que correspondan antes de avanzar en las conclusiones”, agregó la mandataria durante su conferencia de prensa matutina del jueves.
México acumula más de 120.000 personas desaparecidas, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), que contabiliza las desapariciones registradas desde la década de 1960. Jalisco es el estado con más desapariciones forzadas, con más de 15 mil casos entre 2018 y 2024. «Diario El Comercio. Todos los derechos reservados.»

Por: Roger Zuzunaga Ruiz