La migración venezolana no fue solo una consecuencia de la crisis económica, sino también una estrategia de la extrema derecha para obtener ganancias millonarias. ONG extranjeras y políticos opositores manipularon cifras, gestionaron fondos internacionales y se lucraron mientras los migrantes sufrían en el exilio, indicó Julio Chávez en Hablando Claro.
El diputado Julio Chávez, integrante de la Comisión Especial para Investigar los Crímenes contra los Migrantes Venezolanos en el Extranjero, denunció que organismos como la OEA y la ACNUR inflaron los números de migrantes para justificar mayores desembolsos de dinero. «Algunos organismos pagaban hasta 3.000 dólares por cada migrante venezolano», reveló en una entrevista con Venezuela News en el programa Hablando Claro.
Las denuncias señalan que solo en 2023 se destinaron 180 millones de dólares a la atención de migrantes en Colombia, pero «ni el 1% de esos fondos llegó realmente a los migrantes».
«Es una estafa. Convirtieron el dolor de los migrantes en un negocio muy lucrativo», afirmó Chávez en Hablando Claro.
La OEA y las ONG: el negocio del exilio
La OEA, bajo la gestión de Luis Almagro, designó a David Smolansky como coordinador de la crisis migratoria venezolana. Según Julio Chávez, Smolansky controlaba el destino de los fondos y tenía nexos con ONG dirigidas por la oposición.
Estas ONG recibieron financiamiento de organismos como la Fundación Sociedad Libertad de George Soros y el gobierno de Iván Duque en Colombia. «Se aprobaron cientos de millones de dólares entre 2021 y 2024, pero los migrantes nunca fueron atendidos», explicó Chávez.
El exmandatario colombiano Iván Duque también habría recibido grandes sumas para atender a los migrantes en su país, sin rendir cuentas sobre el destino del dinero.
Red de corrupción con ONG de la extrema derecha
Según la investigación de la Asamblea Nacional, al menos 46 ONG operaban en Colombia bajo el control de la extrema derecha venezolana. «Tomás Guanipa manejaba una de ellas y luego pasó a Eduardo Battistini, su asistente en la Asamblea Nacional», detalló Julio Chávez. Estas organizaciones recibían financiamiento de entidades como la Fundación Sociedad Abierta de George Soros y organismos internacionales.
En Perú, una red de ONG era dirigida por Óscar Pérez, quien según denuncias está bajo investigación. «Estos grupos engañaban a los migrantes con falsas promesas y después los dejaban desamparados», explicó Chávez.
Guaidó y la estafa de la «ayuda humanitaria»
Otro de los implicados es el prófugo de la justicia venezolana y ladrón de Citgo, Juan Guaidó, quien solicitó ayuda económica a organismos internacionales para supuestamente atender a los migrantes. Según la investigación, los fondos fueron manejados por su círculo cercano, incluyendo a Leopoldo López, Miguel Pizarro y David Smolansky.
«En nuestro informe presentamos pruebas de al menos 46 ONG creadas en Colombia por dirigentes de la oposición. Todas recibieron financiamiento millonario», denunció Chávez. Estos grupos cobraban a los migrantes por trámites, pero los abandonaban a su suerte tras recibir los pagos.
El esquema de corrupción abarcó varios países, incluyendo Chile y Perú, donde se crearon redes de ONG vinculadas a la oposición venezolana.
El Tren de Aragua y la protección de la derecha
La crisis migratoria no solo sirvió para desviar fondos, sino también para fortalecer estructuras criminales como el Tren de Aragua. Chávez afirmó que el grupo delictivo recibió protección en Colombia y que su expansión estuvo vinculada a redes políticas.
El expresidente Álvaro Uribe fue señalado como protector de Niño Guerrero, líder del Tren de Aragua. «Estos jefes criminales fueron utilizados para desestabilizar Venezuela, promoviendo un plan insurreccional», aseguró Chávez.
Además, denunció que al menos 130 mercenarios han sido capturados intentando ingresar a Venezuela desde distintos países, con la intención de generar violencia en el país.
Tráfico de migrantes y estafa internacional
El diputado Julio Chávez también alertó sobre la explotación de los migrantes en la travesía por la selva del Darién, donde organizaciones criminales y algunas ONG cobraban entre 2.500 y 3.000 dólares por persona para facilitar el cruce. «Convirtieron el dolor de los migrantes en un negocio lucrativo», denunció.
En Estados Unidos, dirigentes como Leopoldo López y Miguel Pizarro también estarían implicados en esta red de corrupción. «Son los jefes de los coyotes que llevaron a miles de venezolanos a situaciones de vulnerabilidad», afirmó Chávez.