Cuando estaba casi terminando la misa que celebró el cardenal argentino Leonardo Sandri a las puertas de la basílica de San Pedro, el Papa se presentó en su silla de ruedas, sin las cánulas nasales.
Desde Roma
Con una procesión, la bendición de las ramas de olivo que son símbolo de la paz, una misa en la Plaza de San Pedro con la homilía escrita por el Papa Francisco y el mensaje para el Angelus también del pontífice, el Vaticano conmemoró este domingo el Domingo de Ramos, es decir el ingreso de Jesús a Jerusalén, y dio comienzo oficialmente a la Semana Santa.Se esperaba ver a Francisco después que hizo algunas apariciones sorpresivas en la basílica de San Pedro y en la de Santa María Mayor la semana pasada, además de recibir a algunos personajes, como el rey Carlos del Reino Unido y su esposa Camila, cuya audiencia con el Papa había sido anulada previamente a causa de su estado de salud.
Cuando estaba casi terminando la misa que celebró este domingo el cardenal argentino Leonardo Sandri a las puertas de la basílica de San Pedro, Francisco apareció sorpresivamente en su silla de ruedas, sin las cánulas nasales que le servían para recibir el oxígeno hasta hace pocos días y que usaba permanentemente. Nada se había anunciado en este sentido. “Feliz Domingo de Ramos y Feliz Semana Santa”, dijo a los fieles que lo aplaudían.
Francisco tenía una cara más tranquila y menos hinchada que otras veces y se lo vio sonriendo a todo el mundo. Saludó a cardenales, obispos, sacerdotes, monjas y también algunos personajes presentes como la teóloga argentina Emilce Cuda, secretario de la Pontificia Comisión para América Latina.
Pero también decenas de fieles le agarraban la mano mientras pasaba en la silla de ruedas, cosa que no deben haber visto con mucha simpatía los médicos que lo tratan porque le habían sugerido no tener contacto con otras personas en estos dos meses de convalecencia en el Vaticano, por miedo a que le contagiaran algún otro virus. Al terminar su recorrido, entró a la basílica y se detuvo a rezar frente a la tumba de San Pedro y ante el monumento a Benedicto XV.
Por decisión del Papa, la misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro fue celebrada por el cardenal Sandri ya que Francisco, si bien ha mejorado bastante de la neumonía bilateral que lo obligó a estar internado en el Policlínico Gemelli por 38 días, evidentemente no se sentía en condiciones de afrontar esa larga celebración. Pero el Papa preparó la homilía que leyó Sandri, originario de Buenos Aires, vicedecano del colegio cardenalicio desde 2020 y prefecto emérito del Dicasterio para las Iglesias Orientales desde 2022.