Por: Ap

Damasco. Al menos 250 personas murieron ayer en Siria en una operación militar contra combatientes leales al derrocado presidente Bashar al Assad, de acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), que además reportó la ejecución de 162 civiles alauitas, por elementos afiliados al Ministerio de Defensa y del Interior, en la zona costera del noroeste del país, feudo de esta comunidad minoritaria, a la cual pertenece el ex mandatario y donde antier estallaron enfrentamientos.

Cinco masacres distintas cobraron el viernes la vida de los civiles en la región costera siria, en Latakia y Tartús, entre ellos, mujeres y niños, afirmó la organización con sede en Reino Unido.

La violencia recrudeció cuando combatientes leales a Assad lanzaron un sangriento ataque contra cuerpos de seguridad en Jableh antier por la noche, según las autoridades, que posteriormente enviaron refuerzos e hicieron operaciones de rastreo en la región.

En imágenes difundidas por la agencia de prensa oficial siria SANA aparecen combatientes de seguridad armados a bordo de camionetas ingresando en las ciudades de Baniyas y Tartús, mientras en otras tomas captadas por la agencia informativa Afp en Al Bab –norte de Siria– se ve a combatientes con uniforme militar, pertenecientes al Ejército Nacional Sirio (facción pro turca) dirigiéndose a Latakia, en refuerzo al operativo.

SANA citó una fuente de seguridad que informó que las operaciones de peinado apuntaron contra miembros de las milicias de Assad y a quienes los apoyaron y ayudaron. En Jableh fue detenido un ex responsable de los servicios de protección de la fuerza aérea, el general Ibrahim Huweija.

El militar está acusado de haber cometido cientos de asesinatos en la época del criminal Hafez al Asad, padre y predecesor del derrocado mandatario, indicó el medio sirio, mientras el director provincial de seguridad también afirmó que las fuerzas gubernamentales se enfrentaron a hombres armados leales a un comandante de las fuerzas especiales de la época de Asad, Suheil al Hasan, apodado El Tigre, agregó.

El OSDH y militantes publicaron videos donde aparecen decenas de cuerpos vestidos de civil, amontonados en el patio de una casa (sin especificar la ubicación) con mujeres llorando alrededor. De igual manera, el observatorio sostuvo que Jableh y la ciudad costera de Baniyas seguían bajo el control de leales a Assad, junto con otras aldeas alauitas cercanas, incluso la ciudad natal del ex presidente sirio Qardaha, en las montañas que dominan Latakia.

En Damasco, una multitud se reunió bajo la lluvia en la Plaza de los Omeyas para mostrar su apoyo al nuevo gobierno; asimismo, decenas de personas se congregaron frente a la principal base aérea rusa en Siria, cerca de Jableh, pidiendo protección a Moscú.

Frente a estos hechos, el presidente interino de Siria, Ahmad al Sharaa, en un video pidió a los grupos armados afines al anterior gobierno que entreguen sus armas y a los leales al nuevo que evitaran atacar a civiles o maltratar a prisioneros; de igual manera, aseguró que los restos del régimen caído buscan una provocación que conduzca a violaciones tras las que puedan refugiarse.

El ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia informó en un comunicado que está coordinando estrechamente los esfuerzos con socios extranjeros en interés de una rápida desescalada de la situación.Arabia Saudita condenó la violencia cometida por grupos ilegales contra las fuerzas de seguridad y Turquía, fronteriza con Siria, advirtió en contra de cualquier provocación que amenace la paz en Siria y en la región. Irán afirmó que se oponía al asesinato de sirios inocentes.

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