Si bien se encuentra abocado de forma prioritaria a su guerra comercial con China y con buena parte del mundo, Donald Trump también avanza en muchos otros frentes con sus «decisiones ejecutivas» con las cuales también pretende cumplir promesas de campaña. Una de ellas ha sido la puesta en vigor de la deportación masiva de inmigrantes indocumentados a quienes también ha calificado, como distintas adjetivaciones, como «delincuentes».
Ahora a las deportaciones masivas, cargando aviones para devolver a los inmigrantes a sus países de origen, Trump sumó una nuevo mecanismo utilizando una aplicación denominada CBP Home, para dar por finalizado un procedimiento anterior que lleva el nombre de CBP One mediante el cual el expresidente Joe Biden facilitaba la regularización de personas que habían ingresado al país en forma ilegal.
A través de CBP Home quienes estaban en trámite para regularizar su estancia en Estados Unidos, incluso aportando documentación para ello, comenzaron a recibir mensajes en los que se revocan los permisos provisorios de residencia y se los invita a salir del país. «Usted se encuentra aquí gracias a un permiso humanitario otorgado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) por un periodo limitado. Es hora de que salgas de Estados Unidos. El DHS apela a su derecho de dar su permiso por terminado de forma inmediata», se puede leer en el correo electrónico recibido por muchos latinoamericanos que estaban tramitando su permiso de residencia. El mensaje concluía con una amenaza: «Si no abandona Estados Unidos de forma inmediata usted será sujeto de acciones legales que potencialmente resulten en su expulsión del país. No intente permanecer en Estados Unidos. El gobierno federal lo encontrará».
Según la información oficial del DHS hasta diciembre pasado aproximadamente 950 mil personas ingresaron -especialmente a través de los cruces fronterizos con México- y mediante CBP One fueron autorizadas a permanecer por lo menos dos años en Estados Unidos. Como parte de las «órdenes ejecutivas» puestas en marcha en el primer día de su administración Trump canceló esos permisos, a los que ahora sumó el CBP Home, que obliga a salir inmediatamente de Estados Unidos en lo que ha sido calificado como «autodeportaciones».
El arzobispo Timothy Broglio, presidente de la conferencia episcopal católica, escribió una nota para el Washington Post explicando el motivo por el que los obispos tuvieron que tomar esta «dolorosa» decisión y recordó que «durante más de 100 años, la Iglesia Católica en Estados Unidos ha ayudado a decena de miles de personas que huyen de la guerra, la violencia, la opresión y la persecución religiosa». Y aclaró que «esta decisión de cerrar nuestra agencia de reasentamiento no significa renunciar a ayudar a los refugiados y a otros».
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